sábado, 17 de marzo de 2012

Atrapado

En la caja musical de mis recuerdos
suena la melodía de un cuento.
En el césped hasta el horizonte infinito
vive un niño triste y chiquitito.

¿Qué hago aquí? ¿Por qué existo?
¿Qué pasa? ¿Por qué a nadie he visto?
Corriendo hasta el infinito se cansa,
pues quiere llegar pronto a su casa.

El probrecito  no sabe como ha llegado ahí.
Ha aparecido de repente, en un campo sin fin.
¿Quién deseó esto? ¿Quién tanto me odia?
¿Por qué no puedo salir? ¿Es que no hay forma?

Salir puedes si es lo que quieres.
Dice una joven alta y reluciente.
¿ Quién eres tu? ¿Cómo has llegado?
¿Cómo puedo salir si estoy atrapado?

Creer en ti es lo que debes.
Pensando así claro que no puedes.
¿Crees que todo es fácil en la vida?
Si no luchas no sanará tu herida.

¿Que herida? ¿De que estás hablando?
Yo solo he dicho que estoy atrapado.
Si pudiera salir ya lo hubiera hecho.
Deja de decir que en realidad no quiero.

No te pongas así niño chiquitito.
Aunque si es así ¿por qué no lo has hecho?
Porque no puedo te he dicho.
Aunque ahora si quieres me vuelvo y lo intento.

De repente apareció una luz cegante
y el niño chiquitito desapareció en un instante.
¿Donde estoy? ¿Que ha pasado?
¿He salido? ¿Lo he logrado?

Parece que si, aquí me encuentro.
En mi hogar, sano y salvo.
Aquella joven tenía razón.
Lo sabía en el fondo de su corazón.

Si de verdad lo intentas, podrás lograrlo.
Si crees que no puedes quedarás estancado.
Aquél niño dejó de serlo
porque lo intentó y cumplió sus sueños.

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